jueves, 12 de marzo de 2009

más taxis, agujeros de gusano


noche extraña, de esas en las que no deberías siquiera tratar de interpretar, lo mejor es el mutis, lo mejor es ser noche, porque cuando la oscuridad viene a los hombros, hay que confundirse, dejarse llevar y perder la voz, hacerse miedo. Los proveedores de taxi de siempre no estaban, es esa escena de tocar la ventana y esperar que se despierte el señor taxista, que de por sí ya es bastante incómodo sentarse a la par de alguien recién despierto que a saber quién putas es.
Total el hombre se despierta con su capuchón amarillo, una suere d epersonaje de south park demencial, al man se le nota algo extraño, algo distinto. Le doy el dato de siempre "reformita, por la chicharronera san jorge, a 2 cuadras de ahí", orden inverso, primero colonia, luego referencia y luego la cantidad de cuadras divido dentro de 2. El caballero me cobra mucho menos de lo que esperaba y cuando me siento me dice "sí, es que fíjese que tengo una lesión en el cráneo entonces eso me arruina el sueño" todo con una voz torpe, voz de accidente, voz de estar en el lugar equivocado.
Ok, sale la nave ante la mirada indiferente de quienes sobreviven a la noche, un nudo gargantoso, una noche a medias, una noche noche.
El señor taxista me condujo, balbuceando historias posibles para el delirio madmax de la zona 10 a la una de la mañana. Le pregunto cómo fue lo del cráneo, me cuenta que manejaba cabezales en tiquisate y cuando fue a dejar el cabezal al predio se regresó en su moto, pero que él tenía un honda civic, porque esos carros son mejores, además le había costado caro pero que era el carro que él merecía porque... entonces viera, me fui en la moto y... sigue el balbuceo, extraño y extrañado, como quien debe responder a sus voces bajo amenaza de desconecte absoluto, iba en la moto y bala adflj as lajeljenñ, alhejmno sjamloe slin, lsngfi, cnaoen, !!!! ogfala, entonces el carro me empezó a perseguir, y yo en la moto porque él sabía que yo era testigo y me tiró, yo solo recuerdo que estaba bien pero el carro retrocedió para rematarme pero la moto se le ensartó en la llanta y explotó la llanta y me dijeron que no era la primera vez que ese carro hacía eso, que ya lo habían cachado antes... en la pasarela a la derecha porfa, el balbuceo el balbuceo las voces. Llugué a casa, con un sabor amargo y extraño en la boca, era el sabor de una herida en el cráneo de la historia, de un balbuceo de una larga tradición de noches atomizadas en el delirio, delirio que no es otra cosa que nuestra más cotidiana y acostumbrada naturaleza.
Señor, esto es para su cena, hágame favor de pasar aventando este par de penas y malos tragos en la primer esquina que encuentre, yo, me voy a dormir.

5 comentarios:

Issa dijo...

wooow historias nos da la vida.... sorpresas para nosotros!

Lester Oliveros dijo...

Pero no pudiste dormir. Afuera se oian los balazos perdidos, la musica volando sobre la luna, llevando la voz de las putas del paso y todos los excesos de las cantinas, las calles llenas de un miedo fantasma, los borrachos dormidos frente a las puertas, soñando en ser pastores evangelicos, y los demás refugiados en sus cuatro paredes, en sus camas comfortables, en sus fortunas diarias.

*La Reformita.
Viví seis meses a la dos cuadras del Paso, a cinco minutos de la Iglesia Esquipulitas a donde llegaba corriendo todas las mañanas, a unos pasos de mi trabajo, a diez de la U, es una colonia muy interesante. Hay un cafe frente al mercado donde venden croissants y cafe muy barato.

Luisa F.S.C. dijo...

Como bien dicen, cada cabeza es un mundo y todo mundo tiene su historia.
Siempre aguas con los taxistas, que algunos son algo transas. Saludos!

Juan Luis dijo...

México DF 16 de junio del 2007

Bajo del avión, mi madrecita me espera en la salida de migración ansiosa de verme después de 2 meses de estar trabajando allí, lo primero que hace es abrazarme fuerte me da un beso y me dice: -que tal mijito como te fue, que tal el viaje-. –Bien, bien- le contesto. Nos acercamos al caunter de taxis del aeropuerto pagamos 200 pesos mexicanos por el servicio de taxi de allí a Naucalpan, según nosotros para viajar más seguros y sin inconvenientes. Salimos nos acercamos el primer taxista en cola y le digo: -Taxi- Se baja el chavo, pantalón azul, camisa blanca manga larga, corbata negra los ojos rojos y sudando, se pone como la gran puta al ver hasta donde tiene que ir, pero le hace huevos porque esta en línea y es al que le toca salir, tira las maletas en el baúl y se queda hablando con un compañero con el cual se da gusto sacándonos la madre.
Nos subimos y pregunta con vos de las mil putas: -¿A que parte de Naucalpan? Mi mamá contesta: -conoce el cruce que va para…- -No no lo conozco señora- contesta refunfuñando, -sabe qué, me voy para allá y cuando estemos cerca me dice por donde-. Agarra el Nisan Sentra y le empieza a sacar la mierda 100km/h a 150km/h en plena avenida principal, pega frenazos a diestra y siniestra, y se saca la madre con cuanto piloto se le pone en el camino. Yo callado en el asiento de atrás no se que hacer pues no estoy en mi país y no se si sacarle la madre o decirle que pare y que nos deje allí, ¿y como? si no conozco donde putas estoy. ¿Que hago? pienso. Mi mama asustada por este enajenado que ni color que se puso una regular borrachera el día anterior, le trata de explicar por donde irse, pero se pone muy nerviosa por la velocidad que lleva y se empieza a confundir yo la tranquilizo y le digo al chavo: -vos será que le podes bajar un poco pues no es carrera mano- saco de la bolsa derecha de mi pantalón la dirección que llevo como referencia y se la doy exacta y le digo: -solo llévanos allí enteros por favor- El taxista nos mira de reojo y se caga de la risa…

Historias de un taxi, algunas buenas otras no muy buenas.

Saludos Julio

Nené traviesa dijo...

Estos taxistas deberían ser escritores, no? siempre tienen aventuras que contar. Salú, Julius!
PD. Por cierto, me encanta la foto de De Niro en esa películaza.