lunes, 29 de septiembre de 2008

Manual macho: cuando un amigo se casa, une, empareja… y esas cosas ignominiosas que suceden entre machos



Cuando un amigo se casa uno pierde un hermano. Empiezan a pasar frente a tus ojos cual inicio de Los años maravillosos, todas esas maravillosas escenas con tu carnal: echados a la sombra de un árbol, echados rascándose la barriga, echados midiéndose la palomita, echados jugando playstation, echados viendo el partido, echados jugando naipe, echados chupando, echados viendo show, echados manejando al puerto, echados chatiando (doblemente echados), tampoco beavis and butthead, no pues, uno es más vivo, tiene más maña, por eso de vez en cuando se para, “qué estás chingando a mi broder, vos mierda!”, ah fijo, ese terreno es compartido, la sombra del arbolito “mirá pisado, orinemos acá ve, a ver quien llega más lejos”, se para: “mano, vamos a ver quien nos presta lana”, ese tipo de cosas, estas imágenes de antología, con joe cocker de fondo, sí a huevos, with a little help from my friends.
Todo iba bien, todo azul, ya hablaban parecido, ya tenían como 3 nombres para llamarse, ya los conocían en tales y tales bares, en tales puteros, en la curva de estadio, en tales clínicas, en no sé qué punto, allá por donde te conté, por donde medallas, por donde añoras, pero no arañas, ya bien coloriados los nenes, les decian “mishuevos” porque siempre hay uno más alto y uno más gordo, el mero mero carnal, tirapedos, huevea discos, transea cuatas, el brocha existencial de uno… hasta que simplemente, te dice “puta, estoy enamorado”, ahí se acaba, pisaste, this is the end, my only friend, the end…
Ataque 1: vos no estás enamorado cerote, estás estúpidamente caliente, la mierda que sentís en el pecho es la sangre que va enfilándose hasta la punta del chile, no te confundás.
Ataque 2: mirá, si es cierto que estás enamorado, alejate, vos y yo sabemos la pieza de hijo de puta que sos, la vas a hacer mierda, safate, si tan caballero sos (caballero de mis huevos), dejala, antés de que la hagás mierda.
Ataque 3: vos, la dejanira anda va de preguntar por vos, que al fin dejó a ese maldito, vieras como está la pobre, mirate en ese espejo culero, así que andá a consolarla, pobrecita, no para de preguntarme por vos
Ataque 4: Puta cerote, ya me cambiaste por esa pisada, orale, oooorale, culero, yo sí te he hecho huevos, vamos a ver si esa pisaa, se deja enchachar de la tira por vos, ya vas…
Ataque 5: Mano, no seas mula, en serio, así como tu hermano, no te conviene, la vas a cagar, y cuando estés bien pisado pasándole la renta para que le dé de hartar a tus hijos y al policía que le va a estar poniendo, ahí te vas a acordar de mí , necio!.
Ataque 6: ni soñés cerote, a esa boda no voy yo, ni a verga, cómo voy a ser testigo de la forma en que destruís tu vida, comé mierda, y haceme un favor, llevate tus mierdas.
Llanto, llanto, silencio y llanto, un animal solitario echado en la sombra, lambiéndose las heridas, llanto, silencio y llanto, babea, babea y gime, aúlla… pobre cerote… resuella.

foto: http://brainmaps.org

lunes, 22 de septiembre de 2008

Capsulas de Moral y urbanidad:




La apretazón intestinal del medio día en el centro histórico me empujó a ese particular lugar del bus, cuando solo la fila del centro queda libre, hay que hacerse de algún hueco en las laterales, “vos huecos sos”, nel chavo, solo me meto acá para que no me anden chingando, atravesar un bus lleno por la fila del centro es como pasar arrimándole el camarón a las empedradas paredes del cuartel general del ejército. Mejor me quedo hasta adelante, ni modo. Coincidencias extrañas para alguien que siempre anda viendo que le roba a ala calle: desde mi lugar de a pie en la segunda fila observaba el retrovisor como una ventana directa a
1) la sonrisa de la señorita colegiala que estaba sentada junto al ayudante,
2) el rostro regordete y maliado del susodicho,
3) la mirada de flirteo de la señorita parada la derecha del chofer, abrazando el tubo del bus como quien dice “mire lo que le espera papito”,
4) el rostro porcino del señor conductor y
5) mi indiscreta y descarada shutencia
El joven y robusto ayudante husmeaba entre la falda de cuadros de la señorita los papeles que se interponían necios ante el vidrio de sus ojos, “qué tenés ahí” le dice arrebatándole las fotocopias de las piernas. Hojas tamaño oficio con una palabra en letras grandes seguida de 3 cuadrados en blanco “tengo que analizar un libro como de 150 páginas, en los cuadro tengo que poner ejemplos de onomatei.. onomat… o-no-ma-to-peyas”, al toro seductor la palabrita le sonó a chino, ella, pavoneando su conocimiento le restriega en la cara algo de su machetera ignorancia “son palabras que se repiten y se repiten y se repiten, como toc toc toc toc, y de tanto repetirse dan un tercer significado”, la gorrita café del muchacho se movía de arriba abajo asintiendo con gesto de “claro, era tan obvio”, ella cambió de página para seguir adiestrando a su posible amante-gorilón, METÁFORA, se leía en la siguiente hoja, “esto sí sabés que significa ¿verdad?”, el baby ayudante afirma en silencio y rápidamente vuelve al retrovisor a interrumpir el coqueteo de su señor capitán, “ya no apareció el doscientos once va mano”, el chófer vuelve a ver al retrovisor con una sonrisa de complacencia ante el cada vez más descarado coqueteo de la chica parada a su derecha, “mano, contale a aquella que es lo que como todos los días”, se mueve agitado sobre su asiento “comida para perro, por eso ladro mirá, ggggrrr guau, guau”… una sonrisa a medias y la cara de signo de interrogación, ni su chava, ni la de su compañero, ni su compañero ni el shute que los observa desde el retrovisor entendimos muy bien a dónde iba esa exhibición canina que más bien parecía equina. Vuelvo sobre la colegiala y su conquistador, ya había pasado un buen trayecto desde que salimos de la zona 1; el muchachón, un tanto nervioso, saca su frijolito-celular y se lo da a la colegiala, “anotame tu número que ya se socó el bus”, dice mientras con la mano izquierda se acomoda un bulto en el medio del pantalón.

foto: Paula Morales manipulada por miguelito