miércoles, 28 de mayo de 2008

Mi vida sin carro: la party




Se acaba la jornada laboral y por ahí por las cinco de la tarde una llamada “qué onda mister, qué vas a hacer más tarde…” el juego de palabras “pues nada mano, por qué, qué planes”,

tun-tun tun-tun tun-tun tun-tun

los tambores de la fiesta suenan bajo la tierra, cual inicio de odisea en el espacio tropicalizada, el saxo de ­jugo de piña empieza a escucharse y alguna botella de cerveza local gira en el espacio inherte, fría.

“orale, voy para allá y te llamo”

Un viernes cualquiera se puede empezar la party de inmediato (o un lunes, miércoles, jueves, o sábado), salgo de la oficina casi arañando las paredes, ya siento que me piden que me quede, ni siento cuando ya me encaramé en el bus, las 3 cuadras que tengo que caminar para llegar a la parada se pasan volando, todas las hormiguitas que atravesamos las grandes avenidas por las pasarelas, como en una rama caída sobre el río, todas vamos levitando, lejos, lejos del escritoriomesatecladoverlock.

Saliendo desde la zona 7

Si la party es en el centro: 1 hora

Si es en zona 10: 45 min

4 grados: 1 hora

Cualquier otro destino dependerá de la cantidad de burras que se tomen (tip: el viernes no se toma taxi para llegar a ningún lado entre las 5 y las 7:30 pm, se llega al mismo tiempo que un bus), o de donde quedé de juntarme con quien finamente me dará jalón.

El pedo es a la 1 de la mañana, el after o la cama, igual da, cómo diablos me regreso, con quién vine, cómo putas vine a parar acá, dónde estoy… sí, los bolos somos preguntones y precavidos (¡ja, simón!).

Hace varios años en Xela, un par de amigos capitalinos llegaron a participar de una actividad que habíamos organizado con los entonces Rituales. El alter fue en la habitación de hotel de este par de dos, Alan se durmió, estaba cansado (ups, lo siento Alan, se me salió), el otro broker andaba tras de los huesos de una querida amiga mía, lo que no sabía este man era que mi otro cuate (este quetzalteco) andaba cuidando a mi amiga (tip2: cuando no estás en tu tierra, no estás en tu tierra) el visitante empezó a neciar, bolo necio el pisado, el local y yo ya maliados por la incomodidad de mi amiga decidimos irnos a la shit. 1:30: empezamos a caminar por el parque, un par de charitas se estaban dando verga, duro duro, a botellazo limpio, los esquivamos, empezamos a bajar a un costado de catedral, un amigo de la infancia se aparece una cuadra abajo, armando otro gran vergueo, nos cambiamos de calle, seguimos, los tres caminando, cada vez más miedo, mi amigo local se detiene y nos abrazamos, bolos miedosos y sentimentales palideando del miedo, había mala vibra, muy mala, a 2 cuadras de la casa de la amiga una trocka con toda la pinta de narco acelera y casi nos pasa tirando, un rottwailer ladra desde una terraza, un chucho callejero nos ladra también, la dejamos sana y salva, regresamos al parque, encontramos a un amigo supercalmado alegándole a una chava “no fui yo, no fui yo” gritaba, llegamos a los chéveres al mismo tiempo que un cuate conocido trajeado (venia de un casamiento, seguro, en xela todo el mundo se casa) se baja de su carro finito, con una manga del saco arrancada y le pide violentamente al cuate de los chéveres “dame un ceviche, ya!”, escapamos chévere en mano, nos sentamos en una banca, un bolo maldito patea la puerta del cajero y rompe el vidrio, un carro baja a toda velocidad, frente a nosotros se escucha un frenazo, el carro atropella a un perro, el perro llora, y justamente cuando se escucha su último gemido suenan las putas campanas de la catedral, 2 de la mañana. Todo es pura verdad.

Se registra uno los bolsillos en busca de los billetes arrugados, 20 + 10 + 5 + 5 + 5 + 3 + 0.25…. Yeah!! Tengo para el taxi!!!!!!!!!!

Pero muchas veces también “dejame acá, acá tomo mi taxi”…”no seás, te voy a dejar, no te ahuevés”…quiero agradecer a: Javier, Alan, Juan Pablo, a mi noble y amado hermano Polux, Michellita, al gran amigo Mic, a Carlitos, Mario, Luís, Gerardo, Ronald, Karen, Claudia y a los taxis amarillos por haberme traído a casa sano y salvxito tantas, tantas veces, por haber desviado su destino para atravesarse la reformita y seguir mis instrucciones “en la pasarela a la derecha, porfa”, para ustedes mi suela goodyear de oro.

domingo, 25 de mayo de 2008

Una vida sin carro: el trabajo


Ay qué alegre, alegrísimo, vieran como disfruto tener que levantarme a la hora que me levanto para salir corriendo y colgarme de la puerta de un bus, colarme con mi bolso al hombro en la famosa fila de enmedio, mientras escucho los berridos del ayudante "córrete chavo, te lo estoy pidiendo con educación", a huevo, lo suficientemente educado para empezar el día con cara de maliado, y uno, también.
Eso para la mañanita, solo para irse a la oficina, para el traslado más elemental y necesario, de la cama a la oficina (cheludo, con los ojos puspos del sueño, medio engomado ocasionalmente, hambriento a la espera de la refa). Suerte mía que de mi casa a Piedra Santa el tráfico está en contra, así que todo está despejado cuando me voy, 20 minutos y dos buses, qué alegría, gozo, felicidad. En mi trabajo anterior solo tomaba 3 buses, pero como el reloj no me quiere, me gastaba una buena cantidad del sueldo en taxis, belleza pues, luego regresar a la casa, a ponerme mi numerito de res y subirme al camión, al lomo de la burra.
Pero hasta ahí todo tranquilo, el regalito es cuando hay que ir a hacer mandados, que dejar un disco, que recoger un libro, que reunión en no sé donde, ja, ahí se pone bonito, lindo, llegar a las reuniones todo tiznado de humo, como la gran puta porque cruzaste un par de palabritas con el señor chofer, llega uno normalmente con retraso de un par de minutos y con cara de "no tengo carro disculpen", cualquier excusa es inútil, todo el mundo sabe que los buses son la barca de caronte y que mucho es con haber llegado, todo el mundo lo sabe pero no todo el mundo lo perdona, amén.
Almuerzos con los cuates, escapadas a resolver asuntos personales o emergencias, pues nada, taxi o te aguantás, c´est la vie, sóquela, "es que no tengo como llegar", ay dios papá, ahí le encargo.
Pero se vuelve uno ducho, cowboy de la ciudá, trucha de las camionetas, guerrillero del taxi, y Julito Serrano, señoras y señores, siempre llega.

foto: Allan Karl

viernes, 23 de mayo de 2008

Una vida sin carro: intro


Así es, no solo no tengo carro sino que no sé manejar. Menudo error, menuda verguenza, barbaridad la vida señoras y señores!!!, esas rueditas mágicas hacen la diferencia en demasiadas cosas, las rueditar propias, o las del papá-mamá-hermano-jefe en el peor de los casos son el transporte a la felicidad, o a algo que se le parezca.
Yo, solo alquiladas, camionetas, taxis o jalones son la historia de todos mis días, no hay día en que tenga que gastar un poco de caucho ajeno, de calentar ese extraño espacio del copiloto, ver todo del lado derecho, ver los retrovisores y jamàs ver nada en movimiento en ellos, siempre las puertas de atrás. Y bueno, la mayoría de la veces no ocupo el asiento del copiloto, es más, muchas veces ni ocupo asiento, me voy parado escuchando en mi frijolito algún disco que apague el puto ruido del motor del bus, maldita falta de ruedas, sí, mi condición clasemediera güanabi me reclama que no gaste tanto mis zapatos, que no llegue sudando a las reuniones de la mara, que no deje olvidadas mis cosas en carros ajenos...
por lo pronto no tengo más que, como buen shumo, compartirles a ustedes esta mi vida sin carro, ni moto, ni bicicleta, inicio con este una serie de post compartiéndoles mi mundo en el que goodyear solo puede ser el repuesto de la suela de mis chancletas...

a jp y disi

lunes, 19 de mayo de 2008

Admiración y respeto


Para los organizadores y amigos del festival Animal del Monte

Carmen Alvarado, Carol Siekavizza, Martín Díaz, Vania Vargas, Ingrid Mazariegos, Pamela Pacheco

en especial para

Marvin García,

por

9 días de poesía,

10 o 12 mil personas escuchando lecturas de poesía

400 en la inauguración, 500 en la clausura

Colegios, institutos, centros culturales, parques, de Coatepeque, San Marcos, Comitancillo, Cantel, Totonicapán, Xela, Antigua y Guatemala city.

Instalaciones, videopoesía, concierto de rock, fiesta con marimba, cabro, gallo, chocolate, elotes locos, carreras, cansancios, quejas, felicitaciones, lágrimas, resacas, un hombro dislocado (el del heroico señor de xibalbá luis carlos pineda).

un cierre espectacular gracias a Caja Lúdica que presentó la obra “Contrahuella”,

un montón de poetas y un montón de fiesta.


viernes, 9 de mayo de 2008

Un festival de poesía es una gran pacaya



Organizar un festival de poesía es una tarea titánica y ambiciosa, acercar la poesía a grandes públicos en sociedades como la nuestra es ya un reto bastante complejo, además de andar consiguiendo fondos para una causa desconocida e indiferente a demasiadas personas, andar contactando con un buen número de escritores, que hay que decirlo, a la hora de invitarlos aparece de todo, desde los más fraternales y solidarios hasta personalidades complejas y hasta conflictivas. De todo hay, de todo aparece y en un festival de todo se necesita. Marvin García es el director del Festival Internacional de Poesía de Xela, este año “Animal del monte”, se ha tirado al lomo dos ediciones de las cuatro que lleva el festival. Gestor engasado, bien portado y muy querido por los que tenemos el gusto de conocerlo, Marvin, el mero animal del monte, sufre en estos días el gozo de ser el director de semejante empresa, y un día antes de que se inaugure oficialmente el festival hablamos un poco de

¿Qué sentido creés que tenga un festival de poesía en Guatemala en estos años posmos y globalizados?
Básicamente la opción de globalizar también el arte, mostrar a sociedades como la de Xela, las propuestas poéticas de otros países y por otro lado presentar alternativas a la sensibilización en tiempos violentos y demasiado agitados.

¿Creés que la poesía puede hacer algo en medio de la paranoia y los balazos como delirio permanente de nuestra sociedad?
No precisamente, si lo lograra, nuestros poetas serian contratados por la PNC, pero creo que es un medio de canalizar la expresión, mucho tiempo sin poder hacerlo nos dejó mal acostumbrados.

¿Cómo ves la evolución del festival, ha incidido de alguna forma en la sociedad quetzalteca?
No, para nada, a la “cuna de la cultura” no le interesa esto, el festival más bien es una propuesta a partir del occidente de Guatemala hacía el mundo.

Entiendo que son varias cedes las que tendrá el festival, ¿cómo le ha ido a Metáfora con la expansión?
No queremos franquicias, las subsedes son grupos locales y nosotros solo les llevamos a los poetas, con la idea de que en esos lugares se inicie a partir de esto un movimiento cultural y para que eso suceda, tenés que hacer que la gente haga una gestión formal y seria a eso le apostamos.

Y a propósito de los patrocinios y el billullo, ¿por qué creés que un posible patrocinador pueda interesarse en un festival como el de Xela?
Va de la mano con lo que te decía anteriormente, tenés hacer un buen estudio, un trabajo serio, con resultados, para cambiar esa idea de que si pedís patrocinio es pedir limosna, se debe de entender que apoyar la cultura siempre va a ser inversión, jamás un gasto.

Pareciera ser que estamos compartiendo un importante momento para la cultura guatemalteca, como organizador del festival ¿cómo te sentís, cómo ves lo que está pasando?
Histórico, no siempre hay movida poética en una buena parte del país, monitoreada por muchos países, la party se pone buena.

¿Nos están monitoreando?, ¿de dónde?
Argentina, Costa Rica, Nicaragua, Ecuador, Colombia.

Y el otro año, ¿va haber o no va a haber?
si vos, ¡hay!, esto va para largo.

martes, 6 de mayo de 2008

4 vestidos para una party: el festival de poesía de Xela




Quetzaltenango es la ciudad más importante de Guatemala luego de la capital del país, algunos la recuerdan por su particular historia (fue un estado independiente durante año y medio en el siglo XIX), por llamarse también Xelajú (como aquella famosa canción que terminara de inmortalizar Ray Conniff) o por haber sido mencionada en una ocasión por Homero Simpson (quien se intoxicara con unos chiles cosechados por enfermos de un hospital psiquiátrico de las montañas de Quetzazaltenango), sin embargo a algunos escritores les recuerda unos juegos florales que tienen casi 70 años de existir, a los turistas le recuerda edificios neoclásicos de piedra y a los quetzaltecos un epíteto extraño de cuna de la cultura.

Todo lo anterior para contextualizar a la ciudad que recibirá, por cuarta ocasión, a un buen número de poetas latinoamericanos en su Festival Internacional de Poesía, este año llamado Animal del Monte en memoria del poeta guatemalteco Luis Alfredo Arango, que se realizará en la ciudad de Quetzaltenango del 10 al 16 de mayo y que dirige el poeta Marvin García. .

La historia de la fiesta…

En 2003 un grupo de jóvenes quetzaltecos afines a la literatura decidieron organizar un pequeño colectivo llamado Grupo Ritual, con el que se dedicaron a organizar actividades culturales en la fría ciudad del occidente. En agosto de aquel año, organizaron el primer festival, su principal fuente de ingreso salió de una venta de puerta en puerta de libros de poesía donados por Editorial Cultura (del Ministerio de Cultura de Guatemala) dirigida por Francisco Morales Santos, 250 libros vendidos cual oferta de planchas o de jabones fueron la base para lo que podemos considerar la fiesta literaria más grande de Guatemala. En aquel año poetas como Silvia Favaretto (Italia), Andras Imreh (Hungría), los nacionales Alan Mills y Javier Payeras, entre varios poetas amigos compartieron su poesía con estudiantes de colegios e institutos de la ciudad

En 2004 la segunda edición del festival agitó un tanto más a las sombras tras los edificios de piedra, viajes a distintas poblaciones cercanas a Xela fueron cede del ejercicio de sostener en las manos (casi siempre temblorosas) textos que se leen en voz alta tratando de darle forma a las palabras, pero esta vez en el aire.

Dos años pasó en silencio aquel frío paraje, gastados y desgastados de una organización en su versión adolescente, el festival regresa en 2007, con nueva energía, con las mismas caras, pero más recorridas, con más maña, digamos. Esta vez el festival es dedicado a la memoria del poeta Otto René Castillo, quetzalteco también, Dos puños en la tierra, se llamó el festival, nunca se supo muy bien si los puños eran para levantarse o para hacer temblar, pero sin duda se lograron ambos efectos. Una semana de lecturas por varias ciudades, institutos, escuelas, parques, escucharon al chileno Javier Campos, la colombiana Neida Pérez, los ticos Erick Gil Salas, Roberto Dada, y a Eugueni Evtushenko, el legendario ruso con versos capaces de hacer vibrar a Rusia entera.

Finalmente este año la cuarta edición del festival, el Animal del monte, 40 poetas de toda Latinoamérica, amenazan con hacer la fiesta en Quetzaltenango, Totonicapán, San Marcos, Tecún Umán, Malacatán, Coatepeque, Antigua Guatemala, y Guatemala city, un festival cada vez menos de un lugar específico y cada vez más poético: música, teatro, cine, marimba orquesta y sintetizadores electrónicos devolviendo a los curiosos transeúntes de la poesía un bailongo parecido a aquel verso de Hölderlin “Solo poéticamente habita el hombre esta tierra”. Habitamos entonces, animales del montarrazcal este que es la tierra, en medio de una cotidianidad que espera ser intervenida por la inexplicable materia del lenguaje que empuja poéticamente la existencia.

lunes, 5 de mayo de 2008

Lo que es no saber nada del 68














La revuelta y solamente la revuelta es creadora de la luz,y esta luz no puede tomar sino tres caminos: la poesía, la libertad y el amor.
Andre Breton

Con eso de que todos los años se repiten los meses, resulta poco común en los libros de historia encontrar alusiones a cualquiera de esos 12 niños que empujan inquietos las manecillas del reloj, los años son la constante, es un hecho; de ahí que llamó mucho mi atención la primera vez que escuché hablar del mayo francés. Alguien lo sacó en alguna conversación de café “mayo del 68”, de inmediato un gran signo de interrogación apareció en la nubecita de diálogo de mi cabeza, ¿mayo?, sí, mayo.

Que sí que los anarquistas, que el situacionismo, que la imaginación al poder, que dice que un montón de jóvenes franceses desarmaron las calles, estudiantes y obreros manifestaron macizo todo un mes, hicieron temblar entera a Francia, y, ¡oh cerecita del pastel!, graffitiaron sus paredes con un montón de líneas fuera de lo común, entre los diferentes placazos se leían versos de Rimbaud (hay que cambiar la vida), de Artaud (No es el hombre, es el mundo el que se ha vuelto anormal), de Breton (La belleza será convulsiva o no será), la idea de que la poesía trasladara su discurso de los libros a las paredes, de la sensibilidad a los vergazos, de que algunos versos hicieran hervir el pecho de algo como seiscientos mil estudiantes universitarios, me resultaba bastante confusa pero emocionante.

Bastante entusiasmado con el asunto llegaba a abrir la boca a la U o con mis hermanos, con la mara pues, que resulta que en mayo del 68… y cuando uno empieza a contar la banda se emociona, y casi siempre con algún brillo esperanzador en los ojos se terminaban comentando cosas como “ha de haber sido de a huevo”, “no como estos pisados quemando burras”, “es que era la época de los hippies”, o bien no faltaba quien levantara su dedito ilustrador “ah, mayo del 68 claro…” y a dar misa pues.

Seguí averiguando otros detalles de lo que se me imaginaba más cercano a una fiesta que a un movimiento. Cuando leí una de las famosas consignas “prohibido prohibir”, pensé “ah eso es de una rola de Fito Páez”, emocionado aún con el rollo me daba cuenta que algo no me estaba cuadrando, que seguía sin entender muy bien el alma de aquel fresco bacanal estudiantil, cuando se lo comenté a mi papá una nostálgica sonrisa se le escapó, aquellos años verdad, sí, aquellos años, ese era el clavo, aquellos años, en aquel lugar, con aquellos jóvenes entusiastas me resultaban ajenos, lejanos, por eso nadie sabía nada del asunto por acá, salvo a los que los alcanzara la conversación de café sobre aquel mayo, y luego la wikipedia, y bien, distante y todo esta especie de capítulo de The wonder years me seguía invitando a entenderle.

Leyendo una conversación entre Sartre y Cohn-Bendit (uno de los líderes del quinto mes francés), encontré la clave para sacarle raja a todo esto, dice el estudiante “La única oportunidad del movimiento es justamente ese desorden que permite a las gentes hablar libremente y que puede desembocar, por fin, en cierta forma de autoorganización”, acomodando el contexto a nuestro antojo Cohn-Bendit podría estar hablando de la poesía, o de la literatura, o de alguna de las vanguardias, o de la adolescencia, igual, se refiere al movimiento estudiantil de aquel mes, a esos jóvenes que llamó atinadamente “una minoría activa”. Es esa libertad la que deja la sensación a ventana abierta, ese desorden impetuoso al que luego la historia recriminó no haberse organizado, haber dejado apagar las llamas, casi con cualquier estudio sobre mayo del 68 viene la frase “por qué fracasó”, y total, más allá de los logros o desaciertos del movimiento, la actitud, la reivindicación del sonido de los cristales rotos, de aquella “barbarie” juvenil que pasa gritando adentro de las casas que están vivos. Ahí va el asunto, por decirlo de alguna forma, para bailar no se necesita organizarse.

Y a todo esto, hoy, acá, de este lado de la historia, de este lado de la poesía, qué. Pues qué de qué. Nuestra cultura graffitera se desarrolla en las sabrosas paredes blancas de los baños, en las tablas de los pupitres, en ciertas esquinas y en las espaldas de los asientos de los buses, y sin duda los mayos guatemaltecos son muy distintos. Caen las primeras lluvias y en la universidad hay exámenes finales, y 40 años después de muchas cosas, encontramos poético leer en una calle de San Salvador “acá rifa el Crazy Tamal”, y sí, parece que cada vez rompemos menos ventanas, quemamos menos burras… pero ante la mirada atónita de ciertas amarguras, puedo afirmar que ya se nos ocurrirá algo porque siempre algo se nos ocurre, y eso sí, aquí o allá, la revuelta es la revuelta.



la foto es de la película Les amantes reguliers



viernes, 2 de mayo de 2008

¡Qué conga!


El miércoles fue toda una fiesta, fiesta total, clarísimo tenemos que la literatura es un pretexto para pasárnosla bien. Muchos rostros amigos, mucha chela y mucha felicidad. Un mi gran gran broder le compra un chela a su chava y me dice “te traigo una?”, va pué… regresa con una chela en una mano y 2 litros abrazados, me da mi litro y me dice “es que ya no habían de las chiquitas”. Bebí como cosaco, y genial, buena vibra, mucha sonrisa y cero goma (parece ser que mis libritas de más tienen un efecto protector de gomas, ha de ser como la capa de grasa de las ballenas pero para el alma). Balam fue el primero en leer, luego JP Dardón, yo fui el tercero y Javier Payeras el cuarto, que para fines prácticos era como un cuarteto cumbiero extraído del mero carnaval del infierno, por supuesto no hay carnaval sin las reinas respectivas: Lorenita Flores y Vanessa Handal, esta última toda nerviosa antes de leer fue víctima de la solidaridad del Huracán Serrano quien bien consecuente él le extiende el litro “échese un buen trago”, mi pobre amiga parecía que el litro la cargara a ella, definitivamente beber a boca de litro es como tomar vino en el cráneo del enemigo, más tarde Lorenita fue víctima de la misma ignominiosa imagen “échese un trago de mi litro Lorex”.

Total, fue una gran party, sin casaca. Un detalle que me pareció interesantisimo fue el feedback de la mara, uno hablaba con quien fuera, aunque nunca lo hubiera visto y además de estar alegre te contaban alguna casaca. Por ejemplo, un amigo de nombre raro que se sentó en nuestra mesa luego de leer el sin casaca de Javier (que hablas sobre unos chuchos huecos en la zona 18) nos contó que él tenía un chucho que cuando se salí a la calle, teleguiaba a otros chuchos y se los cogía. Otra mi querida amiga, Alejandra, me contaba que una su amiga tenía un hermanito in Vitro, es decir, su mamá guardaba un feto en un recipiente con formol o alguna de esas shits que usan para conservar enteras las muestras, total, me contó eso luego de que le dijera de qué trataba el sin casaca de Lorena Flores, era la misma historia.

Y bueno, salvo el detalle de que la actividad fue adentro de las 100 puertas y que no se pudo ni ver ni escuchar bien, todo estuvo bien, muy bien, qué gran party. Otro brindis por toda la mancha.