lunes, 28 de mayo de 2012

La voz que se escucha en el DeLorean


Paolo Guinea es editor, poeta y relojero, esta última propiedad surge en virtud de las dos anteriores, acucioso, minucioso, exhaustivo, se entrega al lenguaje con un afinado monóculo que va sincronizando las palabras. Como poeta, como editor, se le puede ver sentado en su escritorio con un viejo delantal cuidando que no se le vayan a caer sílabas de la mesa, tildes, sonidos. Voz en off (Magna Terra editores, 2004) es una prueba concreta de su ingenio para armar, desarmar e inventar nuevas maneras de medir el tiempo, de reconstruir la memoria, máquinas de tiempo linguísticas al mejor estilo del Dr. Brown y su DeLorean.
Para utilizar esta elaborada máquina, basta sentarse en una silla cualquiera (que será siempre la del copiloto) y abrir el libro, dejar que el poeta y su máquina de hacer signos se active. Así, en las ventanas de este reloj-nave-libro, el poeta vuelve sobre sí, repasa su trayectoria vital, en la pantalla se ve la retrospectiva en imágenes que nos hacen pensar en el pasado, en las bicicletas aventadas en la puerta de la casa, algún juguete en el suelo, pequeños y abundantes snapshots de palabras con los que el paseante retorna al niño, mientras una Voz en off va narrando
“y se antoja pues,
arrastrarse hasta la niñez
—hartarse de helados y arribar de regreso al antojo—.”
el narrador es más bien un invocador, ceremonial casi, viajero del tiempo como todos los chamanes, ve el mundo sin enredarse en él, sin prejuicios ni pretensiones, con cierta ingenuidad característica de esos primeros años en los que podíamos ser felices casi con cualquier cosa, conscientes de que lo fundamental es vivir, adentrarse en esa experiencia sin otra pretensión que ser parte de ella, y, como dijo Pessoa, “es entonces, en plena vida, cuando el sueño tiene grandes películas”.
No es un viaje de nostalgia, es asumir el juego ante la realidad, no necesariamente ese famoso niño que llevamos dentro, digamos un ejercicio lúdico, los niños que llevamos fuera:
“Se te fue un lucero por la garganta cargado de
niños, cincos y patios.”
Pero la infancia, sospechamos, es la vida en todo. Es esa voz fuera de escena que habla distinto a cada espectador, sugerente. Todo en el hilo conductor de la voz omnisciente del lenguaje, herramienta con que el poeta construye la máquina donde lo cotidiano encuentra otro sentido, imaginado, alucinado, poetizado. Imagen como diálogo entre la fantasía y la realidad, símbolos. “el verso no debe componerse de palabras sino de intenciones” decía Mallarmé.
| Embarazada de luz está tu sombra, un verso de este libro que, en una lectura de poesía, despertó en un espectador la pregunta del sentido de la imagen, y bien, no hubo respuesta, hay quien dice que eso de que la poesía no se explica es un lugar común, de ser así, reivindíquese el lugar común y sí, el verso tenía el significado que el lector-escucha quiso darle, la poesía es el virus del sentido, rompe la estructura molecular significado-significante. Y es que, volviendo a Mallarmé,Nombrar un objeto es suprimir las tres cuartas partes del placer del poema, que consiste en la felicidad de volverse tal poco a poco; sugerir, he ahí el sueño. Y este puede ser un claro referente de la poesía de Paolo Guinea y, de las posibles lecturas que Voz en off tiene, la sugerencia.
Se podría pensar en hermetismo, oscuridad o cualquier otra forma de ocultamiento por el frecuente uso de imágenes, justo reclamo público al que muchos poetas nos sumamos, el sueño del lenguaje puede ser una pesadilla poética, y despertar se convierte en la manera más inmediata de acceder a un nuevo sueño. Qué queda pues sino apropiarse de la realidad, de la que sea, y pensar que no son metáforas las que habitan en el poema, son los objetos tal y como el poeta los percibe, no comparándolos con otro objeto sino retratándolo. Así cuando dice “embarazada de luz está tu sombra” no pretende decir otra cosa sino la realidad del embarazo de luz en la sombra, y con esto abrir la puerta a un universo paralelo, cuántico sí, al que tendremos acceso subiendo la famosa escalera del lenguaje.
Eso de escribir no hay que tomárselo tan en seriohe escuchado decir a Paolo Guinea, lo cual sugeriría que lo del universo paralelo está más cerca de otra pantalla del juego pues, para no ponernos tan trascendentales y bien volver eso dejugar tenta con ella, la vida, como dice por ahí.
El DeLorean es una compleja máquina que se alimenta de nuestras ganas de romper las limitantes del espacio tiempo, viajar indistintamente al pasado que al futuro, reescribir el presente e ir y venir entre infinitas posibilidades construidas acuciosa, minuciosa y exhaustivamente, para que caigamos de cabeza por la escalera de las palabras para llegar a ese lugar donde:

“Recuperamos las tardes,
los cuates, las inevitables enfiestadas…
De veras de fiesta eterna.”, como dijo Paolo.

GT 10-2004/05-2011


Acá algunos poemas del libro Voz en off, Paolo Guinea Ovalle:


A la vida como a la tarde.

En la tarde, quién le teme al ocaso,
si mientras sentado en el oído del viento
se cicatrizan los olores
y se desatan los brazos

Corre sin ser perseguido un atajo del tiempo
Con tu mano alumbras la noche
Húmedas las contiendas
toman té hasta el fondo de nuestros labios

Nos llueve el oro
y cae preciso en nuestra presencia
Nos arrastra la vida
como río lateral en nuestros pequeños hombros

Hasta el hartazgo las bouganvilias nos contemplan
Un grillo prepara el asombro
Se encasillan las ideas
Cae escueto un telón de advenimiento
Nos amarramos las tripas del día
y nos quitamos
sin paciencia
la saliva de luz que nos quedó
embarrada ante la ignominia.
Agua miel de todos los momentos

Umbral y anuncio
Orilla leve de lo que se va
Escultura plena de nuestra
gran impotencia
y
develar así
lo diminutos que somos.



Anuncio

En plena noche calmaste al sereno
arrullaste su estatura
casi sólo mirando su temple lo detuviste
Cayó frío en tus manos
desplomaste la calma

Deshidratados quedamos
quebrantó un encino detrás de nosotros
traté de sumar estrellas
multiplicaste el insomio

Culmina la oscuridad
te envuelves de luz
goteas y te lames
Adviertes otro día


Capitular de la mañana

Era hace un tercio de ritmo
Río azul
Que hablaba de sus
semáforos
La luciérnaga camino
El sol motivo para detener
al trueno y refundar
la energía
Propia de luz
como
la ventana
y la luna aviso para
predicar las cautelas

Y así camaleón
en el alma
Intenso acumulo
de anuncios
rótulos que encaminan
diluyen el miedo
y motorizan los pasos

Manera de diamante
bajo la lengua
poza de flores
y así la vida en riego.






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