Érase una vez en que periodistas y escritores eran perseguidos por sus polémicas e íncomodas palabras, los señores en el poder a quienes les daba comezón aquellas palabras usaban distintas estrategias para chingárselos.
Pero pasó el tiempo.
Y ahora, periodistas, escritores, bloggers, con o sin polémica, con o sin palabras, simplemente constantes, arrechos, gozosos, son perseguidos sacudidos y amenazados por sus lectores, quienes usan distintas estrategias para chingárselos. Claro está solo algunos, el resto, constante, arrecho y gozoso, disfruta leyendo, intercambiando, jugando tenta en la cuadra virtual que no nos pertenece pero que tampoco nos es ajena. En fin, hemos mejorado la técnica, algunos para chingar a la mara y otros para compartir con ella. Lamento la chingadera anónima, lamento los ataques fantasma, lamento que estén jodiendo a Lucía Escobar, a mi otro hermano Juan Pablo Dardón, también hace unos meses que se chingaron a Christian Van der Henst, y bueno porque tristemente también así funciona.
Qué huevos.
4 comentarios:
Más que una molestia en el zapato virtual, esto es preocupante...
Decir que esto es escalofriante y aterrador se queda sumamente corto.
Pensar que el trabajo de meses o años puede perderse en un momento, es suficiente para hacer temblar a cualquiera.
Líbranos, Señor.
hijos de puta!
Muchas gracias Julius por el texto, y sí, de acuerdo con los tres comentarios anteriormente emitidos. Yo por eso voy a empezar a poner de passwords, letras de El General con Los Bukis para despistar al enemigo. Un abrazo mi banda!
Juan Pablo Dardón Pereira.
Publicar un comentario