
Preguntarse sobre el futuro del libro pareciera estar de moda, las nuevas tecnologías y sus sorprendentes herramientas llenan de interrogantes al papel y a la tinta, ¿qué más nos depara el libro?
Hace menos de un año las páginas de tecnología y cultura de los medios se fusionaban publicaban aparecía en el mercado el Amazon Kindle y la posibilidad de llevar algo como 300 libros en la bolsa y leerlos en una pantalla. Los fundamentalistas del papel y los chamanes de la tecnología maldecían o vitoreaban el aparecimiento del aparato. Para Guatemala realmente no representaba mucho, se imagina uno en un bus con su aparatío, descargando libros desde su laptop en la escuela, o desde el wireless gratuito que hay en todo el país.
Es un hecho que las nuevas tecnologías nos han puesto a reflexionar sobre los procesos de producción y reproducción de los libros, las apocalípticas visiones de la muerte del libro impreso se quedan como fotografías vintage guardadas junto al Y2K y las invasiones extraterrestres. La edición de libros en formato digital no parece ser un enemigo del papel, sino un importante aliado. Una gran cantidad de proyectos en línea y los giros tecnológicos de las editoriales evidencian que, lejos de contraponerlos, los esfuerzos por consolidar la difusión del libro deben aunarse.
Actualmente en Guatemala los contenidos editoriales digitales crecen exponencialmente, blogs, revistas, boletines y editoriales ofrecen un amplio registro de la cultura guatemalteca en distintos formatos y presentaciones, la mayoría de ellos por Internet. Y, para fines simbólicos, más que hablar de una revolución per se, vale la pena hablar del replanteamiento de cómo logramos hacer circular nuestra información.
La vida de los libros digitales:
Estamos de acuerdo que lo importante es el libro, el formato dependerá de varias circunstancias. Para el caso, los libros digitales obedecen a necesidades como facilidad de transporte, bajo costo, distribución sin muchas restricciones, libre acceso a la información, almacenamiento de grandes cantidades de información, entre otras tantas razones. Estos productos editoriales no necesariamente aspiran a sustituir a los materiales impresos en papel, simplemente representan otra forma de distribuir la información, por lo que la frase “el futuro de los libro es electrónico”, es una verdad a medias.
El formato digital es muy utilizado para contenidos técnicos y educativos, por su practicidad y por su inmediatez tecnológica. Evidentemente y por varias razones también es uno de los formatos predilectos de la piratería, el listado de libros reproducidos ilegalmente por Internet es inmenso, sin embargo, y contra el pronóstico de muchos, la información digital se encuentra cada vez más protegida gracias al uso de licencias alternativas sobre el derecho de autor para el apoyo legal de la libre distribución de la información por medios alternativos, como las licencias Creative Commons, por ejemplo.
Un proyecto desde Guatemala
En octubre de 2007 empezó a funcionar en la red un proyecto que busca promover la literatura contemporánea latinoamericana a través del espacio virtual; Libros Mínimos, la primera editorial digital de la región.
Los libros se encuentran en formato PDF y pueden descargarse libremente e imprimirse, no pueden reproducirse con fines de lucro ni manipularse. Esto ha permitido que en 10 meses se hayan descargado libros aproximadamente 7 mil veces.
La editorial ha publicado hasta el momento 10 títulos de autores guatemaltecos contemporáneos, están por publicarse trabajos de los centroamericanos Elisa Ángel, Jorge Galán, Gabriel Woltke, Otoniel Guevara, Fabricio Estrada, Ezequiel de León Masís, además de otros poetas del resto de Latinoamérica como Héctor Hernández Montecinos o Ernesto Carrión. El sitio busca generar registros del quehacer literario de la región tanto en el trabajo de los autores como en las lecturas críticas que también se publican en el sitio.
Es un hecho que los libros digitales le interesan a segmentos muy específicos de lectores, para el caso de Libros Mínimos, los principales lectores son estudiantes de literatura, editores, lectores residentes en distintos lugares del mundo (principalmente emigrantes latinoamericanos).
No hay duda de que los libros digitales han logrado posicionarse en las nuevas bibliotecas de sus lectores, una carpeta de archivos. Lo cual, para tranquilidad y beneficio de los lectores, no representa una amenaza para el futuro del libro impreso, sino un sólido respaldo a la estimulación y fortalecimiento de la lectura.
*Este pequeño texto iba a rolar en un "medio público" que finalmente guardo un frío y decimonónico silencio, como el edificio que lo guarda.