miércoles, 20 de agosto de 2008

Manual para machos: intro


Heme acá tomando y retomando el blog, con mis titulares amarillistas y mi tono chismero al mejor estilo de Paty Chapoy de la Reformita. Y bien, de alguna forma este blog se está convirtiendo en una suerte de revista pícara con sus secciones (pan con chomín, el shute del bus, mi vida sin carro, Yu Lai Po el (i)letrado) que seguiré alimentando según la vida me vaya empujando a ello... de ahí que inicio otra sección que me parece oportuna, demasiado oportuna, un manual para que no se nos olvide cómo debemos: coquetear, tirarnos pedos, tomar cerveza, quemar el rancho, engañar al jefe... toda una guía práctica para poder reproducir con comodidad esa sofisticada forma somatarnos el pecho y violentar sin que parezca, sí, cómo pegar sin dejar moretes. Empezaremos entonces con algo muy simple pero efectivo:


De cómo ser viejo verde en un restaurante sin echarse mucho color 1- Una vez atravesada la puerta de entrada, observe a su alrededor discretamente como quien mira la infraestructura del lugar, recuerde que casi siempre al final de los restaurantes están concentradas los y las meseras (ahí da igual lo que se le antoje), una vez localizadas las posibles víctimas, observe hacia el techo y haga un comentario del lugar "qué bonito lo tienen verdad, tenía ratos de no venir".
2- Siéntese y pida un trago junto con sus acompañantes, cuando la-el mesero llegue véale por breves segundos a los ojos, haga que sepa de su presencia.
3- Conviva con sus amigos y familia con tranquilidad, levántese al baño en algún momento que considere oportuno y pregúntele al-la mesera de su elección donde queda el baño, cuando le pregunte véala firmemente a los ojos.
4- Cuando pida el tercer trago (este paso es el más importante), sincronice sus palabras, gestos y actitudes, para asegurarse de que la-el mesero vaya a aproximarse a su mesa y en los 23 segundos que tarda en llegar ud deberá victimisarce con sus compañeros "puta muchá, a mí ni me las meseras me hacen caso, estoy pisado", terminando de decir eso levante la mano y pídale a el-la mesera el trago que había estado tomando pero con un adjetivo extraño "señorita, podría traerme una cuba tropicana por favor", esto mientras levanta el vaso y con el índice hace ademán como si estuviera mezclando algo. La-el mesero quedará un tanto confundido pero por la inmediatez asentirá con la cabeza y caminará hacia el bar. Cuando el-la mesera se haya ido, vuelva a la conversación "ya vieron mucha, pero ni una sonrisa me sale" esos 12 segundos serán suficiente para que la-el mesero se haya percatado que no entendió lo que usted quería y dará la vuelta para acercarse nuevamente a usted "disculpe caballero no le entendí", acá la jugada clave "bueno, por lo menos logré que regresara" mientras lo-la mira a los ojos. "Una cuba común y corriente señorita, y una sonrisa por favor". Para entonces la-el mesero estará sonrojado y sus amigos más perceptivos habrán logrado interpretar su magistral verdencia.

5 comentarios:

toshita_ dijo...

jajaja aparentemente esto no requiere de mucha ciencia....pero, realmente tiene efecto? si funciona? he visto un par de casos en un lugar muy concurrido por viejos verdes y creo que el efecto es lo contrario.

Aunque depende mucho del o la mesero/a.

Saludos!

Julio Serrano Echeverría dijo...

Toyita: jeje, no no requiere ciencia, solo moho en la cabeza, efectivo no creo que lo sea, la verdencia es una pandemia, pero es un mate de risa ver a don macho haciéndose el papi jajaja... saludos

sonicbird dijo...

Haciendose "el papi", con las meseras!, jajaja, deberia ser deporte olimpico, bueno de hecho es deporte bolimpico, junto con el jai-ball, y el levantamiento de litros!, algo asi como 100 minutos de verdencia con obstaculos, o viejo verdencia sincronizado!

Gabriel Woltke dijo...

jajajajaj empezare a tomar nota para los años venideros en que se me chingue la prostata, me quede calvo y como estamos hablando de unos 45 años, quiza ya tenga barba...

Willy dijo...

Yo quiero ser como vos cuando sea grande... Jajaj...