jueves, 13 de marzo de 2008

Redes comunicativas: la situación actual del periodismo cultural


Ayer por la noche fue el segundo conversatorio “Redes comunicativa: la situación actual del periodismo cultural”, que organizamos con Libros Mínimos y Sophos, leerán a continuación una breve reseña de Michelle Juárez, editora de Editorial Piedra Santa, sobre este “segundo round”. Pero antes quiero agradecer a Philippe Hunziker de librería Sophos por su apoyo siempre incondicional y por haber aceptado moderar las mesas de este cada vez más claro debate; a Michelle Juárez, Juan Carlos Lemus, Luis Alejos, Mario Cordero, Luis Aceituno, Fidel Celada, Raúl Figueroa y Alan Mills por haber aceptado participar en estos conversatorios, sin duda este intercambio nos aclaró muchas dudas, refrescó el diálogo y replanteó nuevas posibilidades para el quehacer cultural en el que muchos estamos metidos, estoy totalmente de acuerdo con la actitud alentadora que finalmente fue la gran conclusión, los retos y posibilidades que tenemos para el ejercicio del periodismo cultural y para la construcción colectiva de una infraestructura cultural, son nuestras palabras en su ejercicio de ida y vuelta una base importante para esta maquinita. Gracias también a los que nos acompañaron in si tu (extrañamos a varios en ambas actividades) y por compartir sus inquietudes, lo que sigue será recopilar la información escrita sobre este tema (hasta fines marzo) que editaremos y publicaremos en Libros Mínimos.

Finalmente mi gratitud a Lorena Flores, Carla Barrios, Michelle Juárez, Gabriel Woltke, Carlos Cabrera, Alexis Gómez y Marvin García por ponerse la camisola de los Mínimos y sudarla juntos.


Como decía la abuela: se hace lo que se puede

Ahora que ya terminó el ciclo de conferencias sobre Periodismo cultural que Libros mínimos y Sophos promovió a raíz de diversos comentarios que circularon en papel, por email y de boca en boca, parece necesario un recuento de daños.

En principio, el conversatorio en el que participé ayer estuvo menos subido de tono que el anterior. Seguramente cuestión de temperamentos. Percibí más apertura al diálogo y mejor disposición a compartir procesos que por lo menos a mí, como editora literaria, me quitaron una venda de los ojos. Definitivamente el quehacer cultural guatemalteco se está sofisticando y diversificando. Cual poporopos nos multiplicamos y hacemos crecer la bolsa de papel que nos contiene, si la bolsa no se abre nos chamuscamos unos a otros. Es natural. Como también me parece natural la inminente evolución de los mecanismos de difusión. El periodismo cultural que forma parte de los medios de comunicación impresos es elemento imprescindible por tratarse del vehículo tradicional de validación de una propuesta, cualquiera que esta sea. Es innegable, si es publicado en Prensa Libre, El periódico, Siglo XXI y La hora, el mensaje diferido llega a más público. Los medios alternativos como los que ahora tenemos a disposición a través del www también son legítimos y cada vez tienen más fuerza. El futuro nos está alcanzando y la huída está condenada al fracaso.

El panorama entonces es muy, muy alentador. La democratización de los espacios cae por su propio peso; quienes asuman una actitud recalcitrante y se aferren a sus arcaicos estamentos de poder, se hundirán con el barco.

Hasta hoy la balanza oferta-demanda de información cultural en Guatemala se inclina hacia la demanda, y eso es muy bueno, nos estamos sacudiendo la polilla, aunque a algunos les reviente, tomar conciencia de que somos parte de una aldea global, está rindiendo sus frutos. Así que somos muchos los que vorazmente luchamos por el reducido espacio existente. Y entonces escucho a los editores culturales decir con las manos a la altura de los hombros una sentencia que yo misma he aducido en mi propia selva editorial: se hace lo que se puede.

Aunque la disposición al diálogo, el trabajo intenso (por vocación y necedad más que por obligación), la caída del cabello y el crecimiento inmisericorde de los complejos de culpa, dicen lo contrario: se hace más de lo que se puede. Y por lo que experimenté durante esta última charla, todos tenemos la intención de continuar con el esfuerzo y finalmente constituirnos en un bien articulado e incluyente aparato de expresión.

Michelle Juárez


3 comentarios:

PROSÓDICA dijo...

Ah pues a mi no me llego ni el correo ni el chisme de boca :(

Para la proxima avisen mucha y les hacemos gundas publicando algo en los blogs.

Lo de los poporopos me gusto.....buena forma de ponerlo.

Gabriel Woltke dijo...

gracias profe:

yo por eso cuando me dijeron calentá patojo que vas a entrar al segundo tiempo, me sampé mi camisola y ahuevos....

estamos pues mano, y vivos
que tenemos que ganar la liga.

Oswaldo J. Hernández dijo...

Solamente, de paso: Agradeciendo el proyecto de librosMínimos, de ninguna otra forma posible conseguir ciertos libros "desencantados" y "X-céntricos".

Quizá, te des un rato por mi blog.

Saludos.