Llovió y fueron los ríos.
Las montañas dormidas
hicieron su acto de fe.
Devotos los viajeros,
devotos los buses,
devotas las madres que abrazaban a sus hijos.
Todo fue sembrado en tierra fértil.
Semillas secas,
florecieron las piedras,
germinó el asfalto,
polen se hicieron los huesos.
Se transita indiferente por un camino
lleno de flores y muertos.
de Actos de magia
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